domingo, 4 de noviembre de 2018


¿Qué se encuentra detrás de la mala conducta?
Los jóvenes de hoy aman al lujo, tiene malos modales y desprecian la autoridad. Les faltan el respeto a los adultos, y prefieren conversar antes que ejercitarse. Contradicen a sus padres, hablan delante de otros, devoran su comida, e intimidan a sus docentes.         Sócrates (470-399 a.c.)
La falta de motivación propia es algo interno. Reconectarse con el ser docente, con los alumnos, con la pasión por enseñar e implementar distintas estrategias didácticas que ayuden a revertir esa situación.
El buen docente trata de auto motivarse para superar los obstáculos que se le presentan en el día a día y no se queda con la queja que no le conduce a nada.
Es importante intentar comprender qué hay detrás de una mala contestación o acción. De esa forma, es posible resolver una situación de una manera más efectiva.

No se trata de justificar lo que sucede en el aula, sino de entender que el docente dispone de herramientas que pueden ayudarlo a resolver positivamente   situaciones conflictivas.

Conducta versus manejo eficaz del aula
La disciplina se define como las reglas de comportamiento para mantener el orden, y prohibir no es específicamente la estrategia para lograr esa organización en el aula.
La disciplina está en la órbita de los alumnos, mientras que el manejo del aula está en la órbita del docente. Pensar en el manejo eficaz de la clase implica estos cuatro factores:
1) La motivación: la primera etapa de una clase, despertar al alumno ese interés por descubrir, por escuchar, por hacer. Es la diferencia diferencia entre alumno que debe escuchar frente al que quiere escuchar.
2) El proceso de enseñanza: qué enseñamos, cómo enseñamos, y qué recursos utilizamos. Se trata del proceso de instrucción, no solo de la instrucción misma.
3) La conducta: los comportamientos esperables de nuestros alumnos, las reglas y los procedimientos a implementar tendrán un profundo impacto en el clima del aula.
4) La relación alumno-docente: el aprendizaje está directamente vinculado con las relaciones interpersonales. La calidad de la enseñanza va de la mano de la relación alumno-docente. ¿Cuál es la distancia justa entre el docente y los alumnos? Consideramos que la relación que establecen alumnos y docentes debe ser lo suficientemente distante para ser profesional, pero bastante cercana para ser cálida. Cuando un alumno no se siente seguro con su docente, no puede dar lo mejor de sí.
Si el niño no aprende de la manera en que le enseñamos, entonces tal vez deberíamos enseñarle de la manera en que él aprende.

El manejo eficaz del aula es una condición absolutamente necesaria para que el docente pueda enseñar y el alumno pueda aprender.


Para pensar
No hay un método mejor que otro para trabajar la disciplina en el aula; en realidad hay muchos métodos para diversos alumnos en distintas circunstancias.

Las reglas y los procedimientos
la disciplina inteligente se relaciona estrechamente con trabajar de manera racional sin descuidar lo emocional. En otras palabras, pensar con el corazón, sentir con la mente y asumir las riendas de la conducción del aula.
Para pensar
El docente, el adulto, es quien tiene que garantizar que ningún alumno interfiera con el aprendizaje de un compañero.

La regla se define como una norma que debe ser cumplida por haber sido acordada de manera colectiva. Si se rompe, hay una consecuencia o una sanción. El procedimiento, en cambio, hace referencia al modo en que se hace algo.
Las reglas ordenan y protegen el derecho a enseñar del docente y el derecho de los alumnos a aprender.
Las reglas se trabajan desde el primer día de clases y, en el proceso de su construcción, es necesario dedicarle un tiempo a la inducción. Es importante que el docente se presente adecuadamente, no basta con saludar, decir el nombre y expresar la alegría de conocer al alumnado. El alumno necesita sentir que eta en buena mano, para construir las reglas de manera armónica.



ü Enunciar las reglas positivamente. En vez de ¨No se puede correr¨, decir algo así: ¨Para llegar del aula al salón de música, vamos a caminar como…¨.
ü Practicar las reglas hasta convertirlas en hábitos. Si un alumno entra corriendo al aula, invitarlo a que lo haga caminando y repetir esta acción tantas veces como sea necesario.
ü Actuar racionalmente. Existen muchos docentes que aplican una regla según su estado de ánimo. Si se sienten enojados o casados, la regla se cumple. Si están particularmente contentos, perdonan todo. Esto no es justo. No nos olvidemos que la excepción es el principio de la injusticia.


El manejo eficaz del aula pasa por los docentes de manera individual.
Cuando un alumno rompe una regla, debe haber una sensación, que tendrá que ser lógica y cumplida. De lo contrario, se desdibuja el sentido de las reglas.
Recomendaos trabajar con estas tres reglas básicas: respeto por sí mismo, respeto por los otros y responsabilidad por las propias acciones.
Las reglas y los procedimientos le dan estructura al manejo del aula

Los objetivos de los alumnos y el docente debe ser alineados


Las interrupciones
Es importante que el llamado de atención sea discreto y reservado a los que están involucrados.
La transición entre una actividad y la próxima
Si el docente no puede generar una transición acertada, los alumnos se dispersan, conversan, se paran, se distraen, y volver a tener un aula con alumnos enfocados puede llevar tiempo.
Para lograr una buena transición, el docente debe saber y debe hacerles saber a los alumnos cuánto tiempo tienen para realizar alguna actividad.
Aprender a leer caras es fundamental para saber cuándo es momento de cambiar a una actividad más dinámica.
Voz, ritmo y cadencia
Algunos docentes, naturalmente, hablan de tal manera que os alumnos pueden seguirlos con entusiasmo. Enfatizan algunas palabras, suben y bajan el tono de voz. Otros, sin embargo, hablan con un tono monocorde, que tiene efecto somnífero en el alumnado. Si estás en la duda respecto de tu tono de voz, una buena estrategia sería grabarte en video para ver y escuchar cómo te comunicas con los alumnos.

Los llamados de atención
No es conveniente llamarles la atención a dos o tres alumnos que hablan mientras se intenta enseñar.
Es aconsejable invitar a un alumno a que se retire del aula cuando provoca inconvenientes. Cuando el docente le pide a un alumno que se vaya del aula, está diciendo: ¨No puedo contigo¨ y demuestra que intenta quitarse el problema de encima.

¿Qué hacemos entonces? Si dos o tres alumnos están hablando entre sí mientras el docente explica el tema, es necesario reaccionar ante el desorden que provocan. Del contrario, será demasiado tarde y la mitad de la clase también adoptará la misma actitud disruptiva.
El uso de las tarjetas de comportamiento, algunas de las frases que pueden ir en las tarjetas son estas:
NO ESTOY DE ACUERDO EN CÓMO TE ESTÁS COMPORTANDO. POR FAVOR, DEVUÉLVEME ESTA TARJETA PERSONALMENTE CUANDO TERMINE LA CLASE
¿Es este tu mejor comportamiento?
PIENSA EN CÓMO TE ESTÁS COMPORTANDO Y CÓMO INTERFIERE EN LA CONCNTRACIÓN DE TUS COMPAÑEROS.


   La técnica del ¨ ¿estás bien? ¨
El docente se acerca al alumno disruptivo y los invita a salir del salón cuando todos los alumnos estén trabajando. A solas, le pregunta qué le pasa. En función de su respuesta, puede ofrecerle ayuda. A veces una frase, una sonrisa, una mano en el hombro en el momento preciso puede transformar la vida de una persona. Por eso, nunca debemos subestimar el poder de nuestra influencia como docentes.

El uso de esta técnica implica una actitud honesta y calidad por parte del docente, con la sana intención de conectarse con el alumno de una manera positiva y terapéutica.

Conectarse versus reconectarse
Una vez que el alumno dijo o hizo algo inapropiado y el docente le llamo la atención, es importante no hacer da la situación una escena.
El buen docente no llega a fin de año resentido con ese alumno, sino que, apenas puede, se reconecta con él.
Aprende a reconectarse con un alumno es tan importante como conectarse con él.

EL BULLYNG O ACOSO ESCOLAR
Hemos aprendido a volar como los pájaros y a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos.                                   MARTIN LUTHER KING

Es un problema grave que afecta negativamente en la salud y el bienestar de los estudiantes, y convierte el entorno en un espacio inseguro. Puede darse en diferentes lugares y adquirir diversas modalidades: en persona, por mensajes de textos o por las redes sociales.
Es muy importante trabajar con los observadores, ya que el acosador necesita de su público para sentirse más popular y para generar mayor humillación en la victima.


Es muy importante no rotular a los alumnos. Problemas con las frases “el alumno que agrede” y “el alumno agredido” antes que “el agresor” y “el acosador”.
Por un lado, asignar nombre, se asume que los estudiantes no pueden cambiar esa conducta.  Por otro lado, se ignora la posibilidad de que los roles cambian: un joven que es acosado puede convertirse en acosador.

¿Cómo manejar una crisis?
El cerebro tiene dos hemisferios: el derecho y el izquierdo. El derecho es holístico y emocional. El izquierdo es más lógico y estratégico. Para tratar a un chico en crisis, tenemos que empezar a trabajar con su hemisferio derecho, es decir, conectarnos con él desde lo emocional.
Es esencial mantener la calma y cuidar el tono y el volumen de la voz y, cuando el alumno se encuentra tranquilo, entonces trabajamos con su hemisferio izquierdo. Podemos decirle con firmeza, pero con calidez, que se espera de él.


¿Cómo ayudar a un alumno enojado?
Es importante dejarlo que hable y que se saque toda la angustia. Hablar tiene un efecto sedante en el sistema nervioso, por eso no es bueno interrumpirlo.
Como docente, es fundamental no quedarse en lo negativo, hay que expresar empatía, mostrarle al alumno que entendemos cómo se siente y explicarle que se espera de él.


¿ Qué se encuentra detrás de la mala conducta? Los jóvenes de hoy aman al lujo, tiene malos modales y desprecian la autoridad. Les f...